De hombres y mujeres

Mientras daba vueltas a la semana: un libro, una película, una obra de teatro, caí en la cuenta de que el título adecuado era el que he utilizado. Todos y cada uno de ellos presentan el punto de vista de mujeres que hablan sobre hombres.


El viernes al llegar a casa después de yoga, seis de la tarde, la luz a raudales entrando en el salón, decidí tumbarme a leer el libro que tenía entre manos, para la próxima tertulia del martes y que pensé no me daría tiempo a acabar en las medias horas de autobús. Vencí sin dificultad la tentación a estudiar la oposición. Cuando llegué a la última página la luz era ya tan tenue que llevaba un rato forzando la vista. Eran las nueve y cuarto de la noche cuando finalicé La piedra de moler, Una vez más la lectura me había transportado. Me encontraba en el año 1965, en la cabeza de una mujer, en la sociedad clasista británica. Y me sentía exhausta y feliz de ese viaje.

La película de cine español del miércoles fue Pim, Pam, Pum... fuego, el escalofriante relato de la falta de libertad de la mujer en la época de la posguerra. Espléndida Concha Velasco, un bellísimo Flotats y un canalla disfrazado de oveja (Fernán Gómez). En fin, este viaje me dejó mal cuerpo.

El domingo en el teatro: Señor juez..con Celia, fui por ella. Creo que el esfuerzo que supone representar un monólogo ya merece todos mis respetos, si además las circunstancias no están a favor más admiración siento por su trabajo. Es la tercera vez que veo la obra. Diferentes escenarios y diferentes directores, he descubierto que suponen diferentes obras, Y yo persigo a la primera lady Chatterley  que vi y escuché defenderse, y que se ha quedado en el camino, ese humor inteligente del personaje que se enfrenta con valor a su circunstancia.

Y además hubo una comida y una cena de amigos que hacía mucho que no veía. La comida fue Andrés hablando de Andrés y la cena fue Inma hablando de Inma. Me gusta escuchar los caminos que recorren los otros.

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